
Aquí de nuevo Houston. Vuelta al mundo de lo visible e invisible, de lo real y de lo que te quieras creer.De vuelta al extra-mundo.
Anuncio que este es el día en el que por fín he comprendido porqué las masajistas están elevando el precario nivel del índice de contacto humano y marcando la realidad de los contrastes emocionales medidos por la temperatura de nuestra excitación :ahora frío y, ahora, caliente también. Os diré que me han regalado un magnífico fin de semana de relax en un Hotel- Spa. Y he de confesaros que la chica que esta mañana terminó mi última sesión de masajes estaba realmente preparada para otro noviembre francés. El masaje terapeútico chino que me dió consistia en friccionar mi cuerpecito con piedras de jade o semi jade calientes... muy calientes..yo diría que verdaderamente ardientes.Antes de empezar me hizo agarrar fuertemente dos de estas piedras una muy fría y otra muy caliente,que,según me dijo, simulaban el el ying y yang.
Y allí me encontraba yo misma, mismamente hablando.....tumbada en la camilla, bocabajo, agarrada a las piedras, en plena escalada sensual, y ella frotando mi espalda y mis muslos con verdadera vocación troglodita. No voy a contar el momento en el que me pongo bocarriba y la señorita "piedras útiles" empieza a describir círculos un poco más abajo de mi cuello, justo en el valle que separa dos montañas que descubrí en mi cuerpo siendo una geóloga adolescente.
Me sentí sísmicamente activa.
La fricción es un principio irrenunciable para entender la geología y la sensualidad modernas. Es un hecho cientificamente probado que las
placas tectónicas están en continuo movimiento y que las fricciones que se dan entre ellas son la causa de fenómenos sismológicos (terremotos) y volcánicos.
Y que esa es la causa de que haya zonas del planeta más propensas a sufrir los mencionados acontecimientos.
Este principio aplicado al hecho humano se conoce como tribadismo.
Gracias Por el regalo J.
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