BACHELORETTE
El día empezó con un hermoso poema en mi teléfono móvil.Fué la manera más amable que Julio encontró para recordarme que nos veríamos a las 11 en las jornadas. Gracias precioso, te mereces lo mejor.
A media tarde se produjo la transformación.Sentí como si desapareciera. Conducía rápido por la autovía. La luz de la tarde me daba en los hombros y podía notar como el calor penetraba en mi clavícula y descendía suavemente hacia mis brazos en auténtica caricia.
Me dieron ganas de parar el coche en seco y de salir corriendo a lo Steve Macqueen pero seduje a mis intenciones con la promesa de volver pronto a casa y quitarme los zapatos y el sujetador nada más llegar. También sentí calor en las mejillas.
Bjork sonaba en mi coche. Me reconocía en la letra de la hermosa canción que linkeo arriba.En un instante que sucedió tras dos adelantamientos y como en el vídeo de Gondry, presencié como toda mi historia se borraba en milésimas de segundo. Como desaparecían todos los recuerdos, las imágenes,
las lágrimas y las risas, los orgasmos, la violencia y los silencios.
Me preguntaba qué clase de troyano se había encargado de invadir mi imaginario emocional.
Porque mi cerebro no lograba reconocerme.
Y aquella que ya no era yo volvía a casa a las ocho.
La misma que se descalzó y dejó su pecho libre.
La que en el recorrido del pasillo al baño retrocedió ocho años para comprobar que en su vida
tan sólo
le había acompañado
................un niño.

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