Una cree que puede amontonar los recuerdos en una caja que puede llevarse el camión de la mudanza. Ingenuamente piensa que puede enfrentarse a ellos sin que el afecto salpique de emoción la habitación que todavía guarda sus cosas.
Pero no.
Todo a mi alrededor me insinua que
ya no seremos nosotros
que serán otras y otros quienes rellenen formularios tristes en la ventanilla de nuestra historia
y que no habrá reclamación posible.
Me siento en verdadero riesgo de exclusión emocional.
Este es un pequeño homenaje cosaco para la semana que se nos avecina.
Estaré dos días fuera.Me piden que hable de pobreza y exclusión.Ya te contaré.
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2 comentarios:
Los niños no lloran, pero los hombres si, y esta noche he sido un poco menos niño.
Eso si, conseguiste dibujar una sonrisa bien grande con Mr Smith y compañía.
El riesgo existe, yo voy a luchar por poder volver a sentir, y espero que me acompañes.
Piensa en mi cuando hables de pobreza y exclusión, estaré por ahí escuchando.
Gracias!
Un amiga me dijo hace poco: "Todo no puede consistir en buscarse y recordar."
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