Leo a Baudrillard :
"La razón económica no se sostiene más que con la penuria, se volatiliza con la realización de su objetivo ,que es la abolición del espectro de la penuria.El deseo no se sostiene tampoco más que con la carencia.Cuando se agota en la demanda,cuando se opera sin restricción,se queda sin realidad al quedarse sin imaginario,está en todos lados pero en una simulación generalizada. El espectro del deseo obsesiona a la realidad difunta del sexo. El sexo está en todos lados, salvo en la sexualidad (Barthes)."

8 comentarios:

jan dijo...

Primero, el nombre de Roland Barthes me hace volver a los años 60, a mis años de estudiante crítico. Segundo, me hace volver a Rabat, donde Barthes enseñaba y tenía a mi cuñado como uno de sus étudiants intelligents. Sí, mi cuñado era muy lúcido. Tercero, el sexo está en todos lados, directo e indirecto, visible e invisible, abstracto y concreto, eterno y temporal, deseado y no deseado, realizado y no realizado. Mejor paro y me dedico otra vez a la economía, sin sexo por supuesto.
Besos

Max dijo...

Si recordamos la distinción lacaniana entre necesidad, demanda y deseo, donde la demanda trae una pérdida de la particularidad de la necesidad que reaparece como rastro en el deseo, queda absolutamente demostrado que no debes sacar las fotos del post previo. Besos.

Anónimo dijo...

joer, yo no le entiendo nada al Bartez este, mejor debería dedicarse a parar penaltis...
jajaja

almena dijo...

Es cierto! el deseo no se sostiene sin la carencia.
No tengo ni idea de estos postulados económicos, pero está muy bien explicado!!
:)

besos, querida Ana

NoSurrender dijo...

El sexo occidental y la economía occidental se parecen mucho por el concepto de competitividad que marca su comportamiento y su miseria... decía Houellebecq en Ampliación del campo de batalla.

Un saludo, admirada Ana

Gonzalo Villar Bordones dijo...

tu alma y tus piernas, se alimentan de miradas.

AnA dijo...

Gio, nadie puede sobrevivir al desamor sin leer "Fagmentos del discurso amoroso" no crees?

Cosaco tío,que me dejas fatal.

Almena ni falta que te hace. Lo entendiste a la primera.Besos.

NS tu y yo ya sabemos de qué va ésto.

Gonzalo bienvenido, no estoy segura de tener alma, si tengo una está en manos de un tal Max que anda por aquí.Me alegraré verle de nuevo.

Anónimo dijo...

se nos murió querida Ana, el buen Baudrillard, se nos murió Derrida hace nada también...
ayns