Entro
La ciudad y yo. La ciudad que estudio. No te rías. Me apasiona el tema. Yo soy así. Siempre me enamoro de los asuntos imposibles y mi empeño termina por hacerlos cotidianos. Me asusta el territorio que miro de reojo.
Metida por primera vez en en el estudio del binomio espacio y desorden sin que me lleve a hablar de amor.
Casitas y rutas. Los hombres me miran.Hablo de ladrillos.Joder qué sola estoy!
Y me digo esta noche ¿Para qué me sirve conocer el territorio si no te encuentro?
Gruas construyendo vida. Las manos sobre la ciudad.
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8 comentarios:
Esa capacidad para enamorarte de asuntos imposibles dice mucho de ti, Anita, y todo bueno.
Pero no desesperes. Por más que conozcas el territorio siempre tendrás la posibilidad de proyectar otra mirada sobre él y perderte por sus calles. Y a lo mejor es entonces cuando lo encuentras, cuando estés tan absorta en tu camino que ni siquiera reconozcas ese territorio familiar.
¡Un beso enorme!
Ana Ana
sorry por esto
pero, ciertamente ¿por qué mierda estamos tan solas?
hay días que creo no soportar esta ni ninguna otra ciudad cogida de manos volátiles, mentirosas y necesarias.
¿Qué es lo que hacemos mal Anita?
¿Tienes tú las respuestas?
Porque esta soledad tan desolada...
Lo malo no es que las grúas construyan vidas. Sino que, mientras, también las vidas construyen grúas y se fagocitan unas a otras en una eterna digestión diarréica.
Me interesa tu ciudad. Ya me contarás.
Un beso.
Desde el trazado hipodámico hasta el new urbanism de Andrew Duany, el hombre siempre ha intentado mejorar su entorno y crear una ciudad perfecta. Nunca conseguirá tal quimera por que lo que fluye por las avenidas y calles, son los imperfectos humanos. Pero de esa aventura utópica siempre aprendemos algo y avanzamos. A mi también me apasiona el urbanismo. Un saludo.
Olivia
Nadie sabe mejor que tú, sabio Kublai, que no se debe confundir nunca la ciudad con las palabras que la describen. Y sin embargo, entre la una y las otras hay una relación. Si te describo Olivia, ciudad rica en productos y beneficios, para significar su prosperidad no puedo sino hablar de palacios de filigrana y cojines con flecos en los antepechos de los ajimeces; más allá de la reja de un patio, una girándula de surtidores riega un prado donde un pavo real blanco hace la rueda. Pero a través de estas palabras tú comprendes en seguida que Olivia está envuelta en una nube de hollín y de pringue que se pega a las paredes de las casas; que en el gentío de las calles los remolques, en sus maniobras, aplastan a los peatones contra los muros. Si he de contarte la laboriosidad de los habitantes, hablo de las tiendas de los talabarteros olorosas de cueros, de las mujeres que parlotean mientras tejen tapetes de rafia, de los canales suspendidos cuyas cascadas mueven las palas de los molinos: pero la imagen que estas palabras evocan en tu conciencia esclarecida es la del gesto con que el mandril se acerca a los dientes de la fresa, repetido por miles de manos miles de veces en el tiempo asignado a los turnos de los equipos. Si he de explicarte cómo el espíritu de Olivia tiende a una vida libre y a una civilización refinada, te hablaré de damas que navegan por la noche cantando en canoas iluminadas entre las orillas de un verde estuario, pero es sólo para recordarte que en los suburbios donde desembarcan todas las noches hombres y mujeres en filas de sonámbulos, hay siempre quien en la oscuridad se echa a reír, da rienda suelta a las bromas y a los sarcasmos.
Tal vez no sabes esto: que para hablar de Olivia no podría pronunciar otras palabras. Si hubiera de verdad una Olivia de ajimeces y pavos reales, de talabarteros y tejedores de alfombras y canoas y estuarios, sería un mísero agujero negro de moscas, y para describírtelo tendría que recurrir a metáforas del hollín, del chirriar de las ruedas, de los gestos repetidos, de los sarcasmos. La mentira no está en las palabras, está en las cosas.
(Italo Calvino; Las ciudades invisibles.)
Antígona, amor, si...dice tanto de mí que así me va ;). Y mmm si la casualidad aparece cuando una está mirando hacia otro lado!
si tienes un mapa me lo pasas!
Besos guapa!
Mari, quizá estemos solas porque cuando ya es demasiado tarde para impedir que invadan nuestro espacio nos ensañamos con la libertad.
Pero...llegará y se quedará(en algún sitio que no estará ni lejos ni cerca ni al lado ni arriba ni abajo..)Besos!
Lagarto. Si, lo más parecido a un proceso digestivo es un proceso social.El urbanismo es cirugía invasiva para las úlceras de esta, su, nuestra "sociedad".Gracias por pasarse por aquí, me alegra leerle.
Carioca....¿Se le ocurre algo para esta, la mayor calle calle de europa que comienza en la estación de Renfe de Málaga y acaba en la Línea de la Concepción, siempre por la 340?.
Besos!
Joan, me apunto el libro. Calvino EMBELLECE lo que en palabras de Mills es la"imaginación sociológica".
Ya sabe que los urbanistas se preocupan poco por el trazado de la vida. Dígame en qué se está convirtiendo BCN?
Besos
No voy tanto como quisiera por Barcelona. Yo vivo en una bella ciudad llamada Vic. Tengo la fortuna de estar en el casco antiguo, en una ático desde el que puedo contemplar kilómetros y kilómetros de extensión. Y hectáreas y hectáreas de desaciertos, de especulación, de egoísmo y de vanidad.
Nunca llega nadie a ninguna parte.
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