Aquí y en adelante.
Recuerdo la primera vez que me encontré con Yayo. Yo trabajaba para una ONG que impartía cursos de formación para emprendedoras,hace ahora casi 15 años, en la época en que las políticas europeas de empleo marcaban un nuevo contexto para Andalucía y para España donde el sujeto demandante de empleo se situaba en el centro de la actuación y donde las mujeres, por primera vez en la construcción de Europa, eran objetivo de convergencia.
A mi me sorprendía aquella mujer infinítamente rubia y capaz de multiplicarse por tres (trilliza con ella misma como dice M.)si el trabajo lo requería.
Unos años después,y varios programas después, Yayo y yo nos encontramos en el Servicio Provincial de la Mujer de Málaga,donde lleva ya 9 años como directora.En aquella ocasión nuestras vidas se cruzaron gracias a un programa de inserción laboral para mujeres que se llamó "Clara". Un "INTEGRA" del que guardo un especial recuerdo, no sólo porque a raíz del mismo conocí a Ana-Ga, (en la foto)como le decimos en Diputación sino también porque este programa marcó el rumbo de los programas de empleo que venía desarrollando la Diputación de Málaga, una institución hoy reconocida en España por ser pionera en el desarrollo de Programas de Intermediación laboral.
El éxito de aquel programa según se deduce de los testimonios de las mujeres participantes fue la posibilidad que tuvieron de reconocer que, lo que ellas calificaban como "su" problema , es decir la dificultad de desarrollarse como individuo en la sociedad, era en realidad un problema de "todas" y que habían de dejado de sentirse "diferentes"por ello.
Recuerdo a una de ellas asegurar ante la cámara que en el fondo no sentía no haber encontrado trabajo(esa era la finalidad del proyecto aunque no la única)porque había encontrando algo más importante: un grupo de amigas, de mujeres, con las que nunca más se sentiría sola.
Paralelamente al "CLARA" la Diputación de Málaga daba otro paso importante en políticas de igualdad:la puesta en marcha del I Plan de Transversalidad de Género.Con el mismo el Servicio Provincial de la Mujer,salía de Carretería , 60 y se instalaba en todos y cada uno de los departamentos de la Diputación.En definitiva el Plan consistía en la aplicación obligatoria de la perspectiva de género en la programación de las distintas áreas y servicios de la Diputación.Este Plan fue liderado por el entonces Presidente y ahora eurodiputado, Juan Fraile y va por su tercera edición.
Nueve años después de aquel "CLARA" en el que Yayo , Ana y yo trabajamos (con la brillante Sonia, hoy en Fondo Formación)y tras un recorrido intenso del Servicio Provincial de 30 años, en programas para la Igualdad, el viernes celebramos, algo más que mi cumpleaños: la aprobación por el pleno de la Diputación de Málaga de la creación del Área de Igualdad y Participación, adscrito a la vicepresidencia tercera del Gobierno de Salvador Pendón.
Se celebra lo bueno, lo que alegra, le dije a Yayo.
El asunto lo merecía. Las políticas de igualdad pasan al primer nivel de gobierno, al igual que participación ciudadana,(participación social sigue, de manera brillante, desarrollándose en el marco competencial de los Servicios Sociales de la Diputación)reconociendo así la trascendencia de nuestras actuaciones en la lucha contra todo tipo de discriminación, una lucha que solo es posible con la participación activa, reconocible y de "co-gobierno" de la sociedad civil. Es decir, como parte de la "Gobernanza".
De esta forma queda claro que para la Diputación de Málaga conseguir el objetivo de igualdad no solo compete a las mujeres, a los inmigrantes ni a los discapacitados ni a los individuos de etnia gitana.Tampoco es un asunto exclusivo de los partidos políticos, de los sindicatos o de los empresarios.Ni siquiera es suficiente con un marco normativo tan importante como la Ley de Igualdad para desarrollar la garantía del ejercicio real de los derechos que contempla si la sociedad no es capaz de entender, de integrar en su ideario social, que los problemas de las mujeres son los problemas de todos: de los hombres y de las mujeres.
... esto que les digo yo ya lo adelantaron muchas mujeres pensantes a lo largo de la historia.
Pero... ¿saben?, solo una mujer de un pueblo de Málaga, de etnia gitana,harta de sufrir malos tratos a lo largo de su vida, de pensar que era ella la equivocada y por eso castigada, harta de culparse del mal de su marido, de su familia, de la incomprensión de los vecinos,de relegarse al último puesto de importancia en la vida, pudo explicarme la verdad que sustenta la implicación colectiva con los problemas de los más vulnerables.
Fue hace nueve años, en una noche de clara revelación para mi vida.
A Salvador y Paloma

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bonito!, como siempre, nadie sabe trascribir los sentimientos mejor que tu.

Gracias por haberme acompañado en estos últimos 15 años, y en los que nos quedan, ya sabes que cuento contigo para la planificación de la Residencia de la 4ª edad, por supuesto, sera totalmente convergente con europa.

Besazos. Yayo

Max dijo...

Qué lindo post, Anita. Aquí la igualdad más que temática es pauta de tu escritura. Frecuentemente se postula la igualdad al paradójico amparo de la diferencia (por ejemplo haciendo de la igualdad algo que otro te provee; un otro que se sitúa por lo tanto en un plano asimétrico con respecto a uno). Pero la estructura misma de tu escritura es igualitaria en ese doble movimiento de reconocimiento que trazas. Por un lado, el reconocimientos explícito a Yayo como entrañable amiga y excepcional colega (y el reconocimiento público y gratuito del otro es una de las pocas formas de generosidad real que hay). Por otro, el reconocimiento implícito a los lectores como sujetos con quienes compartir.

Tu anécdota final traza un marco verdaderamente igualitario en esa doble vía de aprendizaje de la que da cuenta, porque testimonia la paridad inmanente de toda persona a la que se pretende ayudar, dejando sin cimiento toda vanidad altruista (por eso la figura del superhéroe tiene un trasfondo facha). Aquí está la clave de la única manera de entender y de proponer la igualdad: no un objetivo, sino una premisa.
Gracias.

Anónimo dijo...

Lo que cuentas es alentador,toda iniciativa es poca si puede contribuir a crear una igualdad real entre hombres y mujeres,más allá de las buenas intenciones y la demagogia oportunista, están los programas en cada barrio en cada ciudad y las personas que día a día se comprometen con esta causa ejerciendo su profesión con entusiasmo e implicación social.El ejemplo de las mujeres que mencionas,de todas pero en especial la última, es sencillamente,inspirador.
Un saludo

JON M ALTUNA dijo...

Creo que ya he encontrado otra cosa a la que engancharme.

Miss.Burton dijo...

Igualdad... Creía que era una utopía, pero leyéndote, veo el esfuerzo, tuyo y de las demás, y como te se inteligente, bajaste al pozo a ver qué se cocía, y aquella gitana te dió la verdad final, para aplicarla a la vida, y a tu trabajo, y poder bucear de pleno en esa palabra que es realidad en tu boca, y en el post que narras, desde el principio hasta el final.
Ese proyecto nace de ese reclamo legítimo a ser iguales, a no hacer discriminaciones, pero mas que eso, es como bien dices, un programa en el que las unas se identifican con las otras, y crean estrechos lazos que las llenan de confianza en sí mismas, y las alientan a un mañana mejor, y contar con esos apoyos, que es básico en cualquier lucha.
Me ha encantado, y lo que mas me gusta es que tu seas la portavoz directa, aquí, y en directo, de ese halo de humanidad que se desprende de todo lo escrito.
Yo ya sabía que eras así...
Un besazo fuerte, bonito nombre ese del proyecto...

Unknown dijo...

Si es que Yayo es mucha Yayo, y además es "nuestra". Si hace 9 años cuando te encontrastes con ella elegistes ese buen camino, sígue con ella, llegaréis lejos ambas dos, y si encima nos tomamos unos vinos las 3 de vez en cuando, mejor que mejor y así me lo contáis jejeje.
Besos y que sepas Anita, que me gusta tu blog por ser "diferente".