Conciliación de la Vida Personal
Para las mujeres también es el primer día de colegio.
En el patio, las mujeres del 64-75 se agrupan en torno a las filas que los pequeños y pequeñas han formado según les han indicado.
Parece como si todas hubieran sido llamadas al orden.
Al mismo orden entregado.
Algunas han pedido asuntos propios en sus trabajos precarios.Otras acuden solemnes a la fuente de oportunidades a la que ellas no tuvieron acceso.Todas estamos algo inquietas.
Recorro mi historia a través de sus historias. La de R. que ahora limpia casas, la de MJ que trabaja hasta pasada la media noche llevando la contabilidad de una empresa, de M . que limpia en un hospital,de la otra M. que se desvive dando clases particulares para llevar un plus a casa, porque tiene hijas adolescentes y a su edad-asegura, no sin cierto rigor-que no la van a contratar en nigún sitio.
Recorro mi historia.Que es la de ellas. La de mi barrio.Y la del bus de la línea 3,que me llevaba a la facultad.
Y me recuerdo sentada, en las filas de atrás , escuchando, atenta, las conversaciones de las mujeres que, mañana tras mañana, iban a limpiar las casas de las familias pudientes, al este de esta ciudad no-Edén.
Mujeres agotadas que tras un fin de semana dedicado a sus tareas domésticas ,repetían la misma frase con la que hoy,20 años después, se despedían de mí, las madres que compartían conmigo la entrada de nuestros hijos al colegio en su primer día: "un poco de tiempo para mí,eso me hace falta".
Un poco de tiempo ...repetían.... como si mendigasen la vida.

11 comentarios:

Max dijo...

No tengo idea si la vida debe o no debe mendigarse. Lo que sí sé, en cambio, es que el cielo se toma por asalto. Mi cielo.

Ana dijo...

Y cuando consiguen un poco de tiempo, van y lo utilizan en atender asuntos de otros... ni un ratillo se dedican.

Hay cosas que no cambian, por desgracia.
Hey! Pero hay que intentarlo!!!

Y dile a MAX que no puedo entrar a su blog, porfa.
Un peaso beso, hermosura de la mañana.

koolauleproso dijo...

¡Qué hermoso relato!¡Cuánto os admiro, mujeres, madres, luchadoras!

koolauleproso dijo...

Y me gustan también "Las Niñas", qué hermosa canción.

Antígona dijo...

¿Y qué es la vida sino tiempo, Ana, tiempo de uno, tiempo propio?

Nadie les devolverá su tiempo, ni con él su vida. El latrocinio universal es, por desgracia, inconsciente y no admite fronteras.

¡Un beso sin mirar al reloj!

Miss.Burton dijo...

Como me suena la historia... Es vieja como las pesetas y desgraciadamente se repetirá en años que vengan...
Oye, no te escondas, por dios, te he dejado un comentario en el anterior post... mandahuevos¡¡¡
Un besazo, me encantaría verte... entre semana con la niña lo tengo jodido, pero aunque fuera un ratillo, me gustaría mucho. COÑO, uqe no nos vamos a recnocer¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Yo tb te quiero. Es imposible no hacerlo.

josejimenez dijo...

no es la misma historia, ana.

hace veinte años, las mujeres que iban a currar era por motivos de paro de sus parejas (el 80%).

hoy... desgraciadamente, tras el supuesto acceso de la mujer al trabajo, van por cagilas, por que las letras de 900 euros obligan si o sí a los dos miembros familiares a trabajar.

la mujer, ha hecho mal su supuesto acceso al mercado laboral equiparandose al hombre... tenemos distintos bioritmos naturales, y eso no lo ha tenido en cuenta la mujer progre de hace veinte años.

la mujer ha accedido al mercado laboral por los mismo cauces que el hombre.

la mujer deberia haber accedido personalizando su acceso.

hace veinte años, la mujer (cuya pareja estaba parada)se cargaba dos curreles, fuera y dentro de casa. Hoy dia, la mujer (cuya pareja trabaja por cojones), tiene como mucho compartidas las tareas de la casa, lo cual no le llega para desestresarse.

fin.

josejimenez dijo...

no es la misma historia, ana.

hace veinte años, las mujeres que iban a currar era por motivos de paro de sus parejas (el 80%).

hoy... desgraciadamente, tras el supuesto acceso de la mujer al trabajo, van por cagilas, por que las letras de 900 euros obligan si o sí a los dos miembros familiares a trabajar.

la mujer, ha hecho mal su supuesto acceso al mercado laboral equiparandose al hombre... tenemos distintos bioritmos naturales, y eso no lo ha tenido en cuenta la mujer progre de hace veinte años.

la mujer ha accedido al mercado laboral por los mismo cauces que el hombre.

la mujer deberia haber accedido personalizando su acceso.

hace veinte años, la mujer (cuya pareja estaba parada)se cargaba dos curreles, fuera y dentro de casa. Hoy dia, la mujer (cuya pareja trabaja por cojones), tiene como mucho compartidas las tareas de la casa, lo cual no le llega para desestresarse.

fin.

NoSurrender dijo...

Decía H. Marcuse que el Sistema se alimenta de todo y crece y se refuerza con cualquier supuesto ataque contra él. Y así, la incorporación de la mujer al trabajo ha servido para reducir los salarios reales a la mitad. De esta manera, sigue necesitándose la estructura familiar (en la que se sustenta y se mama el concepto de poder patriarcal del sistema) para poder, ahora con dos sueldos adultos, mantener el mismo tipo de vida: hipoteca y consumo. A cambio de esto, las empresas reducen a la mitad sus costes laborales reales y sus beneficios aumentan.

Besos, Ana.

LLop dijo...

Te escribo desde el trabajo donde por desgracia no tengo altavoces. Digo por desgracia pues lo primero que me 'enamoró' de tu blog fue tu música y ahora, despues de tanto tiempo sin vistarte, me muero de impaciencia por descubrir que música escondes.

Me siento en un escritorio en la tienda de motos y el escaparate me hace las veces de ventana. Veo desfilar a todas esas mujeres con su ir y venir todos los días haciendo su ruta diaria a paso ligero. A muchas el estres se les lee en la cara, luego al volver su gesto es de cansancio y aburrimiento. Es la misma ruta que haciamos mis hermanos y yo y algunas de esas mujeres conpartian aula conmigo. Hoy recorren el mismo camino que sus madres hacían con ellas como cerrando un circulo. Parece que nada cambia.

Antígona dijo...

Me gustaría saber, JoseJiménez, qué entiendes exactamente por "bioritmos naturales" diferentes en hombres y mujeres y en qué sentido dices que hemos accedido mal al mundo laboral por querer equiparnos al hombre.

Porque a mí parece que si en lo que pretendíamos equipararnos al hombre era sencillamente en la cuestión de la independencia económica, es decir, en la posibilidad de disponer, al igual que él, de un cierto grado de autonomía -sea la que sea- que nos evitara dependencias indeseadas -cuando lo sean-, entonces nuestro acceso al mundo laboral no podía ser otro.

Un saludo