
Por lo demás, sigue siendo Lunes
Esta tarde, preciosa tarde que entrega luz,
esta tarde, despega los sentimientos adheridos a mi cuerpo que no son otra cosa que insignias al mérito de estar contigo.
El silencio de esta habitación es el himno a mi batalla.Esa que siempre pierdo.
Otra vez en retirada.
En esta sala hay personas. No estoy sola.
Hay una señora de la limpieza que atiende mi ruego: no vaciar la papelera porque he descubierto una lágrima dentro de ella y me da pena perderla.
Y hay un Hombre que mira de reojo, este, mi instante. Sé que quiere acercarse, abrazarme y dejar caer su cabeza en mi pecho.
Desea que lo consuele.
Pero no sabe yo quiero lo mismo. Hundir mi cabeza en su pecho y llorar desesperadamente por la primera tontería que me venga a la cabeza.
Desvío mi mirada de la suya porque el pasado me reclama,
está ahí, en el cristal de la ventana y puedo reconocerlo por la figura fantasma que deja....
pero cuando me acerco compruebo que se asemeja más a la huella que dejan las manos de un niño curioso.
Pongo mi mano.Está frío.
Termino el té, pago, me abrigo y salgo a la calle.
Mi observador desespera. Pero se ha hecho tarde.
(Será otro Lunes)
Cuando esté más acertada-me digo-

Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Faltaba una buena canción para unir lágrimas y observadores.
Claro que los lunes es difícil encontrar buenas canciones..
Pero mañana ya no será lunes!
PRE-CIO-SO.
Y punto.
Un beso.
Publicar un comentario