Bipolar más uno

Esto empezó mucho antes. Es una historia de atrás y puede que ya no te interesen los detalles pero no es bueno contextualizar basándonos sólo en el presente.

Nuestra historia es una suma infinitesimal de momentos, una pila desordenada de microfotogramas de revelado dificil, a veces mal montados o podridos en la lata de la memoria.

Aunque bien tratados pueden acercarnos a los acontecimientos.

En aquel tiempo.....Yo era débil. Soy débil y Vulnerable y generosa.En eso he cambiado poco.

Tú eres fuerte y eras fuerte y atormentado.Tu tormenta aprieta en la amenaza, y he leído que hay una voluntad de nómada escondida en los paraguas y en los coladores de la cocina y que por eso se pierden.

(... si ésto es científicamente demostrable, entonces yo, yo debo estar en algún sitio)

En realidad quiero decirte que siempre hay goteras en alguna parte de nuestro recuerdo y eso me hace llorar.Todo se moja, se encharca con tu presencia.Mi cama, mis trabajos,tu investigación, mi ordenador, el tiempo que dedico a pensar por qué todo era borrasca si el sol estaba allí encima del mueble... te decía tantas veces que lo cogieras....

Sí me hacen daño. Tus palabras, tus mensajes, tu dolor retorcido en las esdrújulas , la complicidad con las otras, los acrónimos con los que me hablas de amor.

y mi amor se ha transformado en los objetos de Bretch ...mi amor habitaba en una angina de pecho,era un marcapasos en la vida de otro dando pulso a un montón de horas perdidas,y ahora es una cita en la laudry, una terminal sin línea del teléfono de la esperanza, un bote nueces de macadamia y una cinta de vídeo beta.

Todo de segunda mano.

Cuando la conocí, ella era de un trauma color violeta azulado.En realidad se parecía más a un moratón en la conciencia colectiva.

Por eso no es extraño que aquella noche al salir del bar la venganza tropezara con nosotras y estuviera encantada de facilitarnos la dirección correcta.

En el taxi planeamos el asalto. Le pregunté si estaba asustada y me contestó que no, que más bien algo borracha. Yo estaba muy bebida.

Quizá ese estado neutral, es decir, en el que todo te importa un carajo, facilitase las cosas con el pitbull. Sin embargo a pesar de que los Doberman se resistieron ferozmente, al cabo de unos minutos de complicidad pasaron a formar parte de mi pequeña familia.

Los ladridos se hicieron insoportables cuando abrimos la verja de la residencia canina y el vigilante salió a nuestro encuentro.

Entonces el pitbullmalahostia confundió la parte sensible del señorportubien con otra que no era precisamente el corazón y los arrancó de un tajo.

No hubo otra salida que echarnos a correr: los perros nos guiaron , la noche decidió hablar en su nombre y nosotras ser felices.

Aquel tipo se ofreció a llevarnos. En el R5 el doberman más alto reposaba en mi regazo y abría un ojo complicando mis intenciones de abandono.

Al llegar a la ciudad la gente de los bares se admiraba de nuestro paso militar.

La jauría que éramos tenía hambre.

Paramos.

LLegados a este punto del relato debo advertirte: Si yo fuera tú seguiría en alerta.

Porque los primeros datos facilitados esa noche eran ciertos.

Y, efectivamente ,allí estaba el barman.

(Este post pertenece a Male por la inspiración proporcionada...y lo mucho que me acordé de ella hoy tras recibir un jodido email)