
Citizen Joy
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Uno de los grandes errores, reiterados, a lo largo de estos diez últimos años de mi vida ha sido ligarme personal y afectivamente a las personas con las que trabajaba.
Así todos los asuntos vitales se fueron mezclando hasta trenzarse en circunstancias insostenibles, en momentos de desesperación y llanto, despedida y soledad.
Pienso con tristeza en ello.
Las personas somos ciudades al asedio, acechadas por sentimientos invasores y reconstruidas sobre la arqueología de nuestro recuerdo.
Ciudades solitarias recomendadas por una forma de población flotante que va y viene, que nos recorre y deja a su paso más distancia .
Ciudades dormitorios para una noche de amor y cien años de intranquilidad.
Ciudades que se dejan especular, ciudades de cartografía incierta ,repletas de cirugía humana.
Ciudades a la medida del terreno, tan terrenales....
En un tiempo no muy lejano un tipo descubrió que el goce era el núcleo viscoso de algo que iniciaba su expansión.
Los académicos le llamaron verdad.
Pero los representantes vecinales determinaron que era amor. y la duda cayó sobre la ciudad.
A partir de entonces todos mis habitantes empezaron a tener miedo.
Un día comenzó la huida.
La diáspora en la que todavía soy.

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4 comentarios:
Simplemente genial ese retrato nuestro como ciudad, querida Anita. Me reconozco línea por línea. Lo suscribo ahora mismo palabra por palabra.
Quienes tengan excesivo miedo es mejor que huyan. Las ciudades deben ser naturalmente selectivas con sus habitantes. De lo contrario, corren el peligro del caos, del desorden desasosegante. Pero algunos de esos habitantes, estoy segura, resistirán la duda y se enfrentarán al miedo. Aprenderán a vivir con ella y con sus terrores nocturnos. Y esos decidirán quedarse. Dáles sólo un poco de tiempo para que se aclaren.
¡Un gran beso!
Pero quizás también ciudadelas perdidas, que aguardan ser redescubiertas, reveladas. Y así, la diáspora misma y la diacronía que aborda esa arqueología a la que te refieres, se atraviesan (no en vano la raíz griega en juego significa “trans”), condensando la vida en un encuentro: one for the other.
Besos.
Pues a mi me gusta eso de que todos seamos ciudades, y sobre todo, lo de que seamos devastadas por el amor... creo que no hay motivo mas bello y mas fuerte que ese para ser devastados y que por lo menos nos quede el orgullo de haber amado, el honor de haber hecho aquello que nos llamaba, que nos latía.
Yo nunca hubiera podido liarme con nadie del trabajo, lo tengo clarísimo. No. Difícil, casi imposible. Una relación tiene todo de tortuosa si la aliñamos con dos o tres circunstancias jodidas, como para encima montar el guión de su historia sobre unos exteriores equivocados y muy dificiles de llevar.
Ayyyyyyyyyyyy, yo creo que tu ya aprendiste... igual te vendría mejor un barman, mira, no piden mucho a cambio, las localizaciones suelen ser fáciles, bares, bares, y mas bares, y lo único que tienen requetejodío, es que si son guapos, y trabajan tras la barra, una sufre de celos incontrolables, pero las reconciliaciones suelen ser, cómo te diría yo.. ummm, muy heavies¡¡¡¡¡ Aunque faltaría que el señor en cuestión tuviese cerebro, pero esa ya es otra cuestión... el mío lo tiene, pero sólo lo utiliza en casos extremos: cuando es pillado en una trola, cuando le apetece, cuando ya parece que es retrasado y se impone sacar a pasear a la masa gris... vamos, que es jodido tb lo de mi historia....
ANITA, QUE TE DESEO FELIZ AÑO, QUE ESPERO ME LLAMES ANTES, Y QUE TE ECHO MUCHO DE MENOS.
AH, Y QUE CADA DÍA, SOZORRA, ESCRIBES MEJOR, y eso es algo que no debería de sorprenderme, pero coño, es que sales con unas maravillas que ni te cuento... empiezo a leerte y nada, nada, es previsible, y todo todo, suele ser una invitación a la reflexión, a una profunda y de varias horas... hoy me quedé muda con lo de las ciudades, que spongo mi interpretación quizás no fué la mas adecuada... en fin... deformación profesional... que diría alguno, o malformación emocional... que dirían el resto.
UN BESAZO, AMORCITO, TE QUIEROOO¡¡
AHHHHHHH, LAS HORAS... ACABO DE VENIR DE FARRA, Y NO VEAS QUÉ FARRA, NENAAAAAAAAAAAA¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Me encantan las ciudades, son necesarias,para poder seguir viviendo. EN ellas se ama, se quiere, se desconsuela, se ama en la oscuridad, se vive en la desidia, se muere, se nace, se evoluciona. Que de historia se escribe en las ciudades, yo mismo soy una de ellas. A veces oscuro y otras claro, pero siempre yo, aprendiendo a vivir en mi soledad, hasta que llegue mi ciudadano final; y mientras tanto viviendo en la ciudad.
Feliz 2008.
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