Todos los días del último día
Mudarse es jugar un poco al escondite con el pasado.
En esa especie de redecoración de nuestra vida que es la mudanza, los objetos parecen adquirir otras identidades.
Una proyecta los recuerdos atraída por el mismo futuro ,como si quisiera reciclar el recuerdo venidero, dotarlo de la maravilla que procura creer que los días llegarán mejores, sindicados en la felicidad , perfectamente colocados en el almanaque parlanchín que cuelga siempre de nuestro deseo.
El mundo aguarda paisajes donde la vida no siempre se puede situar.
Nuestra corta vida.
Tan llena de rutas, de mapas alterados, de osas mayores cazadas en clandestinidad...
........Quisiera creer que el mundo es ese sitio donde siempre nunca se pierden
los viajeros románticos.
(adoro esta canción)

5 comentarios:

NoSurrender dijo...

supongo que toda mudanza implica crear recuerdos futuros, más que pasados por venir. Suerte y fuerza, Ana.

Max dijo...

Todos los días del último día son todos los días que anuncian el primer día. Y ya está llegando.

MALEFICABOVARI dijo...

Qué foto tan bonita... miraba y miraba, y pensaba, podría ser mi Ana, bien acompañada... Maravilloso el blanco y negro...
Me gusta pensar en las mudanzas como perfectas aliadas para olvidar pasados y crearse futuros preciosos, que los objetos que tu dices, colocados en cualquier parte a la que le llegue un sol nuevo a través de una ventana nuevo, son eso, ilusiones limpias y recién nacidas, que se componen de gigantescos proyectos que van a ver la luz en ese lugar nuevo.
Sí, siempre acepté las mudanzas como eso, una nueva oportunidad, de resucitar del todo. LLevo a mi espalda 4 de ellas, y puedo jurarte que con cada una de ellas murió un poco aquel antiguo yo que se encntraba cómodo en el sofá de siempre con la luz de siempre, pero que sabía que ese no era el camino, ni esa la historia, lo de anclarse...
Mudarse es eso, mudar también la piel, formatear recuerdos que en otras partes ya son distintos, dejarse un poco de tonterías y querer empezar de otra manera, y tener la valentía de hacerlo, ahora, que tenemos ya unos años, y la vida, al final, es tan corta...
Esta canción me encanta, adoro esa voz cálida de Jamiroquiai... es perfecta.
Un besazo, qué bonito te quedó la foto esa tan de sueño de una noche de verano, mas bien de día, y este texto que es ya una continuación del anterior: futuro, ilusión, explorando otros mundos, otras Anas... sí, creo que estás iniciando un viaje de esos importantes, donde lo de menos es el equipaje, y lo de mas, que pongas toda la carne en el asador, que esto promete, y es grande, a tu medida, guapa, que no te acojone nada, que tu sola sales y entras de historias de esas dificiles, y siempre lo hiciste con fortaleza. Pues eso, sigue siendo tu, y llegarás a esa playa, y estarás tan ideal como los personajes de tu foto... o mas¡
Cuídate mucho, espero verte ya pronto...

Antígona dijo...

Cuando se deja de lado la nostalgia, o cuando simplemente no la hay, el pasado cobra su sentido para y por el futuro. Esos recuerdos son el testimonio del camino que nos ha conducido al presente, y desde él y desde la inevitable proyección hacia adelante que conlleva habrán de brotar nuevos significados para ellos. Traicionera la operación, sí. Pero no más que la representación de la memoria como un archivo inalterable.

Nunca hay que perder la esperanza de que los días llegarán mejores. ¿Cómo si no seguiríamos poniendo un pie delante del otro?

Tú no te pierdas, Anita. O sí. Pero sólo para volver a encontrarte.

¡Un besazo!

josejimenez dijo...

esa foto me recuerda a los caños de sancti petri, en shiclana.